Las fundas del sofá de la sala de estar
¿Crees que nuestras abuelas pensaron en la apariencia de sus vaginas tanto como nosotros? Ni siquiera recuerdo haber escuchado a mi abuela usar la palabra vagina, que voy a tomar como evidencia de que la anciana no piensa mucho en las cualidades estéticas de su"ahí abajo". Francamente, no tiene tiempo. Está muy ocupada preocupándose por las fundas del sofá de la sala de estar. Para las mujeres del siglo XXI, sin embargo, es
evidente que algo anda mal ahí abajo. ¿Por qué otra razón jugaríamos tanto con esa área de nuestro mundo privado y nos preocuparíamos por su apariencia? ¿Es feo? ¿Podría beneficiarse de un espolvoreado de cristales Swarovski?
La existencia, sin mencionar la creciente popularidad, de las
cirugías de rejuvenecimiento vaginal y de reducción de labios ilustra cuántas mujeres están preocupadas por la forma en que sus partes íntimas se ven a los hombres, o a ellas mismas, o a cualquiera que quiera ponerse un faro y echar un vistazo. Está claro que estamos
echando una ojeada a nuestros troncos de cosquillas, pero ¿estamos buscando con alguna comprensión real de cómo se supone que debe ser esa parte de nuestra anatomía?
La vergüenza de la paja
Un nuevo documental británico (
a través de jezebel.com) dice que no. El documental, titulado
The Perfect Vagina (se puede ver todo gratis aquí) tiene como objetivo detener la marea de la vergüenza de la paja mostrando a las mujeres la gran (y supremamente natural) variabilidad que existe por encima del fuelle de cada par de
Hanes Her Ways, desde Londres, Inglaterra, hasta Pekín, China. Como señala el documental, y de manera vívida, las vaginas son como copos de nieve carnosos: no hay dos que se parezcan mucho. Además, el médico trae a casa la idea de que si buscas algo rosa y bonito entre las piernas en lugar de un canal como el de un cordero -que tiene trabajo de verdad que hacer-, no tiene tiempo para ponerse un disfraz, vale, estás pidiendo decepción.
La búsqueda de la vagina perfecta
El mensaje del documental es, en última instancia, que la búsqueda de la vagina perfecta es inútil y dolorosa (el documental registra un deslizamiento labial real, que hará que sus rodillas se doblen). Y aunque se debe fomentar la autoestima, una imagen corporal saludable y un desafío a la antigua, no
te gusta mi vagina, no la mires, amigo, las mujeres también deberían estar agradecidas. Los labios menores que cuelgan como orejas de elefante bebé pueden no ser material de cubierta
digno de estilo, pero podría ser peor ahí abajo, chicas. Podrías tener un pene.
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